Croquetas de gambas al ajillo

Receta ↓ Ángela Solar

Las croquetas de gambas al ajillo son una delicia irresistible. Con un exterior crujiente y un interior suave y cremoso, estas croquetas son una explosión de sabor a marisco y ajo. Además, ¡son muy fáciles de preparar!

En menos de 30 minutos, tendrás un plato delicioso listo para servir en tu mesa. Perfectas para una cena informal o una tapa en el bar, estas croquetas de gambas al ajillo se convertirán en tu receta favorita.

Ingredientes necesarios

¡Vamos a ver qué ingredientes necesitas para preparar estas deliciosas croquetas de gambas al ajillo!

• Gambas - Necesitarás 500 g de gambas frescas y limpias. Yo prefiero comprarlas congeladas y descongelarlas en la nevera durante la noche.
• Harina - Utiliza 150 g de harina para espesar la bechamel. ¡Asegúrate de remover bien para evitar grumos!
• Leche - Un litro de leche será suficiente para obtener una bechamel cremosa. Yo siempre utilizo leche entera, ¡pero puedes usar la que prefieras!
• Mantequilla - Agrega 100 g de mantequilla para dar sabor a la bechamel. Si quieres una opción más ligera, puedes usar aceite de oliva en su lugar.
• Dientes de ajo - Utiliza 2 dientes de ajo para preparar el ajillo. ¡Pero si te gusta el ajo, no dudes en añadir uno más!
• Perejil picado - Incorpora una cucharada de perejil picado al ajillo. También puedes usar cilantro si lo prefieres.
• Sal y pimienta - Sazona al gusto. Yo siempre prefiero usar sal marina y pimienta negra recién molida.
• Huevos - Necesitarás 2 huevos para el empanado. Batirlos bien antes de pasar las croquetas por ellos.
• Pan rallado - Utiliza 200 g de pan rallado para el empanado. Si quieres una cobertura más crujiente, puedes mezclarlo con panko.
• Aceite de oliva - Utiliza aceite de oliva para freír las croquetas. ¡Asegúrate de que esté bien caliente antes de añadir las croquetas!

Preparación de las gambas al ajillo

¡Vamos a empezar con el paso más delicioso de esta receta! Las gambas al ajillo son un clásico de la cocina española y, en mi opinión, son aún más sabrosas cuando se utilizan en unas croquetas.

Lo primero que debes hacer es seleccionar y limpiar las gambas. Asegúrate de quitarles la cabeza y la cáscara, pero deja el último segmento de la cola para que sea más fácil de manipular más adelante.

Una vez que tengas las gambas limpias, es hora de preparar el ajillo tradicional. En una sartén, calienta un poco de aceite de oliva y añade los dientes de ajo picados. Cocínalos a fuego lento hasta que estén dorados y suelten todo su aroma.

A continuación, añade las gambas a la sartén y cocínalas en el ajillo durante unos minutos, hasta que estén bien cocidas. ¡No te preocupes si el ajo se quema un poco, le dará un sabor ahumado delicioso a las gambas!

Una vez que las gambas estén listas, puedes reservar el aceite del ajillo para utilizarlo más adelante en la receta. También puedes añadir un poco de perejil picado al ajillo para darle un toque de frescura.

Elaboración de la masa de croquetas: ¡La clave de su éxito!

¡El siguiente paso es crear la base perfecta para nuestras croquetas de gambas al ajillo! La masa es la clave del éxito en cualquier receta de croquetas, y en esta ocasión, le daremos un toque especial con el sabor a ajillo.

Personalmente, me encanta preparar la bechamel con un poquito del aceite reservado del ajillo. Le da un sabor delicioso y aporta cohesión a la receta. Si prefieres una opción más ligera, puedes utilizar aceite de oliva normal.

1. Preparación de la bechamel con sabor a ajillo: En una cazuela, calienta un poco del aceite reservado del ajillo (o aceite de oliva normal) a fuego medio. Añade la harina y remueve constantemente para evitar que se queme. Cuando la mezcla esté bien integrada, añade la leche poco a poco, sin dejar de remover, hasta obtener una bechamel suave y cremosa. Sazona con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada.

2. Incorporación de las gambas al ajillo en la masa: Una vez que tengas lista la bechamel, añade las gambas al ajillo picadas y mezcla bien hasta que queden perfectamente integradas.

3. Enfriamiento y reposo de la masa: Deja que la masa se enfríe a temperatura ambiente y luego métela en la nevera durante al menos una hora. Esto hará que sea más fácil de manipular y evitará que se deshaga durante el proceso de formado y empanado.

Formado y empanado de las croquetas: ¡Dales el toque crujiente perfecto!

Ahora que tenemos nuestra masa deliciosa y llena de gambas al ajillo, es hora de formar y empanar nuestras croquetas. ¡Este paso es crucial para conseguir ese exterior crujiente y dorado que tanto nos gusta!

1. Formado de las croquetas con la masa fría: Para empezar, es importante que la masa esté bien fría. Esto nos ayudará a manipularla fácilmente y a evitar que se nos pegue en las manos. Yo suelo dejarla en la nevera durante al menos una hora antes de empezar a formar las croquetas. Cuando esté lista, coge pequeñas porciones de masa y forma bolitas con las manos. Luego, con la ayuda de un tenedor, aplasta suavemente las bolitas para darles forma de croqueta.

2. Técnica de empanado para una cobertura crujiente: Para conseguir una cobertura crujiente y uniforme, primero pasa las croquetas por harina, luego por huevo batido y, por último, por pan rallado. Repite este proceso una segunda vez para asegurarte de que las croquetas queden bien cubiertas y con una capa uniforme. Si te sobra harina, huevo o pan rallado, no dudes en usarlos para empanar croquetas adicionales.

3. Consejos para un empanado uniforme y sin grietas: Para evitar que se formen grietas en la cobertura de las croquetas, asegúrate de que estén bien cubiertas y de que no haya espacios vacíos. Además, es importante que el huevo batido esté bien mezclado y sin grumos. Si ves que la cobertura empieza a secarse mientras estás empanando las croquetas, no dudes en añadir un poco más de huevo batido.

Fritura y presentación

1. Para freír las croquetas, calienta aceite de oliva en una sartén a una temperatura de 180°C. ¡Asegúrate de que el aceite esté bien caliente antes de añadir las croquetas! De lo contrario, se impregnarán en exceso de aceite y no quedarán crujientes. Si tienes un termómetro de cocina, ¡es el momento de usarlo!
2. Fríe las croquetas durante 2-3 minutos, hasta que estén doradas y crujientes. No añadas demasiadas croquetas a la vez para evitar que baje la temperatura del aceite y las croquetas se doren uniformemente. Si ves que el aceite está burbujeando demasiado, retíralas del fuego unos segundos y vuelve a introducirlas cuando el aceite esté más tranquilo.
3. Una vez fritas, escúrrelas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Deja que se enfríen durante unos minutos antes de servirlas, ya que estarán muy calientes y correrás el riesgo de quemarte.
4. Para presentar las croquetas, colócalas en un plato y espolvoréalas con perejil picado. También puedes acompañarlas con una salsa alioli casera o un poco de perejil picado. ¡Otra opción deliciosa es servirlas con una ensalada verde para equilibrar el plato!